Claramente dividida en dos parte, en la primera de ellas, Philippe utiliza una extensa epístola para contarle a Isabelle, su segunda esposa, los avatares más importantes de su vida, antes de conocerla. Describe detalladamente el sufrimiento vivido durante su matrimonio con Odel , una bellísima mujer a la que amó intensamente. Los momentos de sublime amor que tan felíz lo hicieron en un principio fueron dando paso a un descollante tormento por la aparición de celos - irreales al principio - que se terminarán en convertirse en reales. La duda lo tortura y lo sujeta al mismo tiempo a esa relación apasionada. Philippe trata de reinventarse de una manera propicia a efectos de no perder el amor de su esposa. Más allá de su esfuerzo, se convierte en un artesano de sus desdichas . En la segunda parte, Isabelle, segunda esposa dé Philippe, narra la historia de su vida centrándose en el desesperado intento de entender a su esposo, del cual conoce bien sus defectos y virtudes dado que ha leído su diario. No obstante, la complejidad está en que Philippe ha cambiado; si bien ha buscado un ser ideal para recomponer su vida, la marca de Odile lo ha convertido justamente en en una especie de alter ego de ella, comportándose de una manera similar a como aquella actuaba. La consecuencia de este cambio en el protagonista, convierte la vida de esta sensible y dulce esposa en una encrucijada tan agobiante como lo fue para Philippe, su primer matrimonio. A Isabelle la vida le enseña permanentemente que ni las personas ni los sentimientos son transparentes. Inscripta en el ámbito de la novela psicológica, me resultó una cautivante lectura. Debe aclararse que la acción se desarrolla en la Francia de entreguerras, en donde la institución del matrimonio en las clases altas, gozaba de ciertas aperturas libertarias. A pesar de ello, debo recalcar que la historia tiene elementos claramente misóginos. Me resultó paradójico el interesante esquema de simetrías existente entre las dos partes: Odile hizo desgraciado a Philippe como luego éste hace desgraciada a Isabelle. - Philippe fue para Isabelle lo que Odile había sido para Philippe -