Resumen

La ciudad se extiende en una franja limitada al este con un muro que cubre el horizonte y al oeste con un abismo insondable. Nadie sabe desde cuándo existe y sus habitantes, procedentes de distintas épocas y culturas, han resucitado en ella después de morir. Al sur se hallan los cultivos que la alimentan y al norte los yermos que, según cuentan, ocultan la anticiudad.