Los tres libros que Kis reunió en este Circo familiar fueron publicados por separado en distintas etapas de su trayectoria. Comparten, sin embargo, impulso y tema. Penas precoces puede describirse, parafraseando al propio Kis, como el cuaderno de notas a color de un niño extraordinariamente sensible, colección de instantáneas sin orden cronológico en las que la infancia se convierte en un mundo. Esto último serviría también para describir Jardín, ceniza, añadiendo, quizás, que ese mundo infantil, en el que los planos real e imaginario se solapan con perfecta naturalidad, se inscribe en unas circunstancias históricas que, sin hacerse explícitas, determinan en profundidad el tono de la evocación: la Segunda Guerra Mundial y la masacre de judíos y serbios de la Voivodina a manos del fascismo húngaro. Por último, El reloj de arena es un collage polifónico de enorme intensidad dramática. Aquí, el protagonista es el padre del escritor, un hombre de personalidad extraordinaria, retratado en la última fase de su crisis vital. Conmovedora y bellísima, la «novela de formación» que resulta del encuentro de estos libros en una trilogía, se nos aparece como una de las más relevantes obras literarias del siglo XX.