Animales tristes presenta un mosaico extraordinario de personajes que son víctimas del frágil equilibrio del amor. Las historias que componen esta comedia humana nos revelan con precisión las pequeñas grandes decepciones que esconde la vida de pareja: ilusiones y resentimientos, recuerdos funestos y terapias contra la soledad, fracasos latentes y existencias apagadas, mortecinas como un domingo por la tarde, animan este retablo intimista de la vida urbana. Con una distancia no exenta de ternura, el autor desnuda interiormente a sus personajes, que saltan de una narración a otra creando un hermoso diálogo construido desde la ironía y la agudeza. Bajo su mirada, todos ellos confluyen en el desencanto de enfrentarse a la realidad tras la euforia del espejismo del amor.