Lectura entretenida, más conforme avanza el relato y se centra en la batalla de Teutoburgo en sí, ya que la primera parte es quizá demasiado redundante sobre la figura de Arminio, concatenando pasajes un tanto parecidos. Mucho más atractivo el personaje de Tulo que cualquier otro de los protagonistas de la novela, por lo humano del héroe (recuerda vagamente a los personajes de Pérez Reverte). Sin alcanzar el nivel las novelas de las dos trilogías de Posteguillo o quizá tampoco el de alguna de Harris, supera con creces el Teutoburgo de Manfredi, infumable para mí gusto. Afronto con ganas la segunda parte de la trilogía.
hace 1 año