Planchar le aquietaba el pensamiento, le devolvía el sano juicio, como si el quitar arrugas fuera su manera de arreglar el mundo. Todo cambia para Lupita -mujer policía, poco agraciada, alcohólica, maltratada- la tarde en que el licenciado Larreaga es asesinado en la esquina de Aldama con Ayuntamiento. Apenas unos segundos, un saludo intercambiado entre ambos y un reguero de sangre que confirma que ahí hay un cadáver. Ella es la única testigo y es incapaz de recordar, se siente paralizada por el miedo y descubro con horro que se ha orinado en los pantalones. Desconcertada y perdida, asolada por la muerte de alguien que para ella ofrecía una nueva posibilidad en un mundo corrupto, lleno de drogas e injusticias, decide tomar la justicia por su mano y resolver este misterioso crimen que está rodeado de oscuros intereses políticos, redes de corrupción y narcotráfico. La escritora mexicana Laura Esquivel, autora del clásico contemporáneo Como agua para chocolate, haciendo gala de un lenguaje lleno de oralidad y leyenda, de humor negro y de espiritualidad, recrea la historia de una mujer excepcional, un personaje opuesto a la concepción arquetípica de heroína que se grabará a fuego en la memoria de los lectores. Una superviviente en una sociedad marcada por siglos de injusticia en la que impera el poder, las apariencias, el dinero#, donde parece no haber salida. Una fascinante parábola moral de este mundo en crisis que ha perdido el rumbo, donde casi todos somos un poco Lupita y buscamos algo que nos salve del desamor. Una novela imprescindible.