Michael Vierkant abandona muy pronto su lugar de origen, la pobreza de su familia, para perseguir un sueño: convertirse en artista. Autodidacta que considera los cafés su propia universidad, vivirá de lleno el nacimiento de un nuevo mundo en la bohemia del Múnich de principios del siglo xx, para luego arrojarse a los «locos años veinte» berlineses: cabarets, fiestas, conciertos, tertulias literarias… Pero a pesar de las luces y el brillo de la metrópolis, el ambiente político comienza a ser agónico, crepuscular. Esta sobresaliente novela, autobiográfica en gran parte, nos sumerge en unas décadas excepcionales, revelándonos todo un mundo fascinante: desde los ardores belicistas que anunciaron la Primera Guerra Mundial hasta las promesas de felicidad del periodo de entreguerras, desde la crisis económica hasta el ascenso del nazismo. Sin olvidar el exilio (todos los exilios de su protagonista), la Francia ocupada por los nazis, el trabajo de Vierkant en Hollywood como guionista… Tan cercanas a la sensibilidad de Thomas Mann, que fue amigo de Frank, como a la de Stefan Zweig, estas páginas, atentas al glamour y al oropel de algunas vidas, pero también comprometidas con los más desfavorecidos, describen toda una época a través de un recorrido vital apasionante.