Estos 29 relatos integran las narraciones completas de Mario Camus –Un fuego oculto (2003) y Apuntes del natural (2007)–, un número que coincide con el de las películas que ha rodado hasta la fecha. En Un fuego oculto se percibe –según señalaba el profesor Cabrales en El Diario Montañés– «una notable capacidad fabuladora y los rasgos característicos de sus mejores películas: atención a los aspectos visuales de personajes y espacios, detalles realistas, tono sobrio y finales abiertos». Y también que la mayor parte de los protagonistas son seres desvalidos que deambulan en busca de un afecto que parece negarles la sociedad. Apuntes del natural es un mosaico en el que es posible rastrear huellas, afectos, retazos de infancia y adolescencia, fragmentos de vidas y paisajes que han marcado a Camus. Un conjunto de hermosas intuiciones sobre el pasado, de recuerdos que quedan como enigmáticos resortes sobre los que debemos «edificar como si la arena fuera piedra dura». El resultado es un libro que descubrirá a más de uno la faceta literaria de Camus. Actividad que no surge de modo casual, sino que se asienta en la intensa relación que mantuvo con la generación de narradores de los años 50, en su dilatada carrera como guionista y adaptador de grandes obras literarias y en un impresionante caudal de lecturas.