Antes de nada, debo decir que hay que tener cierta precaución al coger este libro, ya que presenta algunos temas que pueden ser duros, concretamente, el alcoholismo de la madre de Tilda y la muerte de familiares. Además, el alcoholismo de la madre de nuestra protagonista viene acompañado de abuso familiar y de negligencia, lo que genera escenas muy duras y que son difíciles de llevar. A pesar de ello, pienso que esto es lo que mejor retratado está en el libro, el problema de alcohol de la madre se siente muy real, y las reacciones y actitudes que tiene Tilda al respecto son realistas, si bien a veces erróneas. Aunque es verdad que el libro se hace duro, también lo es que no he podido despegarme de él desde que lo cogí. Wahl hace magia con las palabras y ha sudo capaz de convertir el libro en una trampa, me ha encantado cómo refleja la mente de una joven adulta ligeramente perdida y afligida, a la que parece que la mente le va más rápido de lo que es capaz de controlar. Los pensamientos de Tilda van y vienen, se ve que es una persona capaz de procesar la información rápido, lo que se relaciona con su excelente capacidad matemática, y me ha gustado mucho cómo esto se refleja en la narrativa. Algo que también me ha gustado mucho es la relación de las hermanas, Ida es una chiquilla adorable y sólo puedes desear lo mejor para ella. El romance, sin embargo, me ha sobrado un poco, el personaje de Viktor me gusta, pero creo que todo va demasiado rápido entre Tilda y él. Tal vez, un poco más de desarrollo le habría venido mejor para que las interacciones fuesen más creíbles. En definitiva, es un buen libro, capaz de distraerte y atraparte por unas horas. Pero advierto que tal vez necesites pañuelos para el choque emocional. Irbis.
hace 4 meses