Conocí esta autora con su libro: lágrimas en el mar y en dicho momento quedé encantado con su forma de escribir. Me la vuelvo encontrar un año después con este libro y puedo sostener que me gusta mucho su estilo, sin embargo, este libro me pareció demasiado, demasiado lúgubre (no quiero decir que se malo). De verdad que trasmitió con creces lo que es la crueldad humana y lo impotentes que somos para actos de guerra que dirigen otros sentados en sus puestos. Esperaba siempre algo esperanzador, pero de verdad que es sencillamente duro ponerse en los zapatos de lina y su familia. Considero que el gran faltante es que no se entiende bien porque ocurren las deportaciones (si, hacen breves explicaciones, pero nunca se ahonda en el tema) y los flashback en el libro, me parecen demasiados bruscos y sin demasiado peso argumental. Me absorbió completamente, pero el final.. Ese final tan repentino que uno queda lleno de interrogantes
hace 1 mes