La primera vez que Sabrina Duncan posó sus ojos sobre Niall McLaren, comprendió su fama de gran guerrero. Cuando esa misma noche Niall la besó, Sabrina vio que era capaz de robar el alma de una mujer con sólo rozar sus labios. Niall sabe que su familia le obligará a contraer matrimonio con la primogénita del clan vecino, Sabrina. Pero su concepto de fidelidad dista mucho del de ella. Cuando ambos se reencuentran para cumplir con el trámite, el fuego del beso que compartieron estalla de nuevo entre ellos.