Un chico acude a la boda de su prima con la esperanza de seducir a alguna invitada y acaba en brazos de la novia; dos ex amantes que llegaron a odiarse tanto que en la separación hasta sus tesoros más preciados sufrieron las consecuencias se reencuentran casualmente; un estudiante que debe leer su tesis sobre la formación de las nubes en ciertas condiciones meteorológicas decide no complicarse la vida y se convierte en plagiario; un jugador de béisbol en plena decadencia asiste al entierro de una joven promesa fallecida en un accidente... Estos son algunos de los personajes que habitan los relatos de la primera parte del libro: Un mundo modelo. Los de la segunda -Un mundo perdido-están todos protagonizados por el adolescente Nathan Shapiro, y en ellos se nos cuenta cómo su vida queda irremediablemente marcada por el divorcio de sus padres, cómo se enamora de una vecina casada, cómo trata de perder la virginidad con ayuda del alcohol sin demasiado éxito...