Doce hermosos relatos de variopinto calado. Retratos agudos y descarnados que reflejan como era la sociedad española de nuestro flamante siglo de oro. "El licenciado vidriera", "Rinconete y cortadillo", "La gitanilla", "El celoso extremeño", "La ilustre fregona"... Pequeñas piezas en las que Cervantes da firmes muestras de nuestro carácter pícaro, orgulloso, sectario y arbitrario. Han pasado infinidad de años, pero me temo que en lo malo no hemos cambiado tanto.
hace 8 años