Manual sobre cómo se debe gobernar un Estado y a sus gentes, que Maquiavelo ofreció como regalo a un futuro príncipe de Italia (Lorenzo II de Medici) para que acabara con sus males endémicos. No lo consiguió, pero a cambio regaló a los lectores un magnífico retrato geopolítico del Renacimiento y psicológico de la mente humana. No entretiene ni divierte, pero capta como nunca el sentido práctico de la política, con sus volatilidades y crueldades. Pero, ¿a caso no es la política un fiel reflejo de nuestra idiosincrasia? ¿No somos, como vulgo, responsables del comportamiento de nuestros líderes? Recomendable leerlo, necesario reflexionarlo.
hace 1 mes