Sí, hay que luchar contra el castellano antiguo; y sí, es un libro tremendamente largo. Pero merece la pena, sin ninguna duda. Creo que se le ha hecho mal marketing, haciéndoselo leer a los niños en las escuelas, diciéndoles que es un clásico, que es un libro muy antiguo etc. Se nos tenía que haber vendido diciendo que es un libro desternillante, lleno de locas aventuras, de un señor que ha perdido la razón, y otro que jamás la tuvo. Que la leamos sin prisa, capítulo a capítulo, como una serie de humor. Que no sintamos el peso de la literatura, sino la ligereza del humor. Y ya nos iremos dando cuenta de su grandeza, ya iremos admirándolo, amándolo. Es una maravilla de libro, con pasajes profundos, que desembocan en una ligereza increíble. Porque el señor Quijada, Quesado, o como fuere que se llamase, es un personaje fascinante. Tan estúpido, paródico, sabio y filosófico a la vez. Nos hace cuestionarnos nuestra cordura, y Cervantes, me ha vuelto loco con esta gran obra, que a diferencia de otros clásicos de la literatura, de cuyos nombres no quiero acordarme, me ha hecho comprender porque este libro sí que es un clásico, sin duda alguna. Leedlo, y vosotros también lo entenderéis.
hace 3 años
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