Considero bueno el relato de los avatares de la protagonista y de su hija Isabella; sin embargo, la narradora se detiene demasiado en un personaje como Guillermo de Orange que creo indispensable para el contexto histórico pero prescindible en el hilo conductor. Lo desarrolla y lo deja a medias, sin contacto con los protagonistas en parte de la narración, bombardeándonos con datos históricos que hacen la lectura pesada en algunas ocasiones. Me gustó más la otra novela de la misma autora.
hace 4 años