Azul de medianoche es la historia de Catrijn y de muchas otras mujeres que en el siglo XVII aspiraban a ser algo más en el rol que se les asignaba. La narración transcurre durante la segunda mitad del siglo XVII, por diversas regiones holandesas, destacando la ciudad de Amsterdam y Delft. Un aspecto positivo de la trama es, precisamente, la forma en que la autora holandesa te traslada por los distintos escenarios, da vida a multitud de personajes y combina ficción con hechos históricos reales. De estos señalar la aparición del pintor Johanes Veermer, por el que siento predilección y del que se nos ofrece algunas pinceladas de su existencia antes de ser reconocido. Si bien, debo advertir que Veermer y otras figuras históricas del arte ocupan un lugar secundario en el desarrollo de la trama, las apariciones y el tratamiento de los personajes me ha parecido suficiente, pues la lectura invita a saber más sobre ellos. Una lectura ligera, entretenida y sin grandes pretensiones, recomendable por su sencillez y ambientación histórica. (Dolors Martínez)
hace 7 años