Totalmente de acuerdo con los comentarios que me preceden. La historia es tan insustancial, que en otro autor me hubiera hecho desistir de acabar la novela. El estilo literario, la manera como está contada esta historia es lo que hace que siga hasta que acabo de leerlo. Cerrado el libro, no me queda nada, sólo el placer de la lectura, no he empatizado con ningún personaje ni la historia me ha conmovido.

Me gusta mucho el estilo narrativo. La historia empieza muy bien y a pesar de que pierde un poco de fuerza, la verdad es que está tan bien escrito que leerlo es un placer.

Me ha dejado sensaciones contrapuestas. Por un lado tenemos una prosa elegante, bella, bonita o de buena factura. Pero por otro tenemos una historia bastante plana, sosa e insustancial. La búsqueda obsesiva de una mujer por cerrar determinadas heridas del pasado, que no dan -ni mucho menos-, para tantas ansias o quebrantos. El resultado final que deja es como si en un guateque de alto copete los cubatas estuvieran aguados, o la cerveza no tuviera gas. Obtuvo en septiembre de 2018 el XIV Premio Tusquets Editores de Novela.