Ha sido mi primera novela de Grisham y no me ha defraudado. El estilo directo de la narración y los diálogos poco adornados contribuyen a dar más realismo a la historia y credibilidad a los personajes. No es una novela que vaya a dejar huella, pero se disfruta de principio a fin, con algunos toques de humor que amenizan la trama de fondo. Aquellos que ejerzan la abogacía (como un servidor) se verán identificados con muchas de las situaciones que viven los protagonistas y sonreirán en más de una ocasión. Recomendable.
hace 4 años