Ocho años después del libro de viajes más popular de la segunda mitad del siglo XX, Cela nos volvió a regalar un magnífico retrato de los paisajes y los paisanajes de Castilla la Vieja envuelto con la mejor prosa castiza. Premio Nobel de Literatura en 1989. Premio Cervantes en 1995. Premio Príncipe Asturias de las Letras en 1987.