Otra obra maestra de Albert Cohen, situada cronológicamente entre Solal y Bella del Señor, los auténticos protagonistas son los componentes del maravilloso quinteto de los Esforzados, capitaneado por Comeclavos, pertenecientes al gueto judío de Cefalonia, donde participan de la dicha de un clima luminoso, un mar tibio y un cielo benevolente. Elocuentes, desordenados y apasionados, perezosos, falaces, cándidos, universalmente incompetentes, sus avatares se suceden en escenas y diálogos de comicidad irresistible. El truculento Comeclavos, el hombre de los cien oficios, es un falso abogado, un soberbio embustero dotado de una elocuencia torrencial y de un hambre devoradora, consagrado con pasión desenfrenada a las ocupaciones más quiméricas. Pero, un día, un misterioso criptograma llega a Cefalonia, y Comeclavos se embarca, acompañado de sus amigos. Comienza entonces una serie de aventuras extravagantes e hilarantes en aquella Ginebra de la Sociedad de Naciones, donde los Esforzados se dedican a "la alta política" de forma desternillante.