Resumen

Un rastro de sirena es la cuarta entrega de una serie protagonizada por Ricardo Blanco. En esta ocasión, el detective canario se enfrenta al descubrimiento del cadáver de una muchacha que aparece en las costas de La Laja descuartizado. Con un tatuaje y un collar como únicos elementos para intentar desentrañar el crimen, Blanco se ve obligado a adentrarse en el mundo de la prostitución y tráfico de drogas de la isla.

1 Críticas de los lectores

8

En la línea de la serie, en esta ocasión Ricardo se ve metido de lleno entre la mafia rusa ni la polaca. Sin grandes artificios tenemos un detective que resuelve los casos a base de intuición. Quizá a veces las historias cojean, pero lo compensan las descripciones de la isla, de los personajes de los que se rodea, y la gastronomía canaria con la que nos deleita.

hace 7 años