Con este libro finalizo el reto que me propuse hace unos años de releer las tres distopías que, en mi caso, fueron de lectura obligatoria en el instituto, y que ya entonces había disfrutado: “Fahrenheit 451”, “1984” y “Un mundo feliz”. Y de hecho tras esta nueva lectura no puedo dejar de recomendar ninguna de las tres.
Una visita guiada a un “Centro de Incubación y Condicionamiento” sirve de introducción a la sociedad que plantea Huxley en esta novela. Una sociedad civilizada e impoluta en extremo, donde todo está totalmente controlado. Los seres humanos se dividen en cinco categorías y son fabricados en serie según el puesto que tendrán dentro de ese mundo. Un Estado Mundial cuya divisa es “Comunidad, Identidad, Estabilidad”, todo ello a costa de la falta de sentimientos, familia, individualidad, cultura... Todos los individuos son felices, no tienen otra opción, han sido condicionados para ello desde antes de nacer. Además los gramos de soma (una droga legal que el estado reparte a diestro y siniestro) que consumen a diario no dejan cabida a la duda. En teoría es una sociedad utópica e ideal. Si algún individuo adolece de un “defecto de fábrica” que le hace cuestionar algunas de las costumbres impuestas será un marginado.
Destacan algunos aspectos simbólicos curiosos, como el culto que se hace a Ford en la historia (Henry Ford fue el creador de la cadena de montaje y la producción en masa), los sospechosos nombres de los personajes (Lenina, Marx, Engels, Trotsky y un largo etcétera) que coinciden con personajes reales de la época, o la T que parece reemplazar a la cruz cristiana y puede hacer referencia también al vehículo “Ford modelo T”. Huxley sin duda plantea muchos de los temas en boga en la época: la eugenesia, el avance científico e industrial, el crecimiento de la población, la libertad sexual, el consumismo...
Personalmente me ha gustado mucho la primera parte de exposición de ese mundo feliz (pero terriblemente frío), y también la conversación, al final, más filosófica, entre el salvaje y el interventor mundial.
En mi opinión es un libro que literariamente es poco destacable, pero que da para pensar y cuestionar mucho; resulta escalofriante leer algunos aspectos de la historia, y la total falta de libertad que implica para el ser humano. Publicada en 1932, da una visión futurista de una sociedad deshumanizada controlada por la genética y la clonación que hoy en día no parece tan lejana. De lectura imprescindible.
hace 5 años
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