Una mañana, al amanecer, aparece el cadáver de una joven prostituta brutalmente asesinada en la habitación de la ropa blanca del ala de invitados del palacio de Buckingham. Era una de las tres mujeres de la calle contratadas la noche anterior para entretener al príncipe de Gales y a sus ilustres invitados. Es imperativo resolver el caso cuanto antes y con la máxima discreción antes de que regrese la reina Victoria, que esta semana se encuentra fuera de Londres. De ninguna manera puede trascender a la opinión pública lo que ha sucedido: la figura del príncipe de Gales, y la misma institución de la Corona, podrían verse seriamente afectados. Por eso, en vez de acudir a Scotland Yard, desde palacio se avisa a la Brigada Especial, el departamento que se ocupa de todos los asuntos concernientes a la seguridad nacional. Thomas Pitt y el jefe de la Brigada Especial, Victor Narraway, son convocados con carácter de urgencia. Para ambos está claro que el asesino sigue todavía en palacio y que es alguien del servicio o bien, como pronto sospecha Thomas Pitt, uno de los invitados del príncipe. Tres hombres de negocios, con sus respectivas esposas, están alojados en el ala de invitados, intentando conseguir el apoyo del príncipe de Gales para un proyecto tremendamente ambicioso y enormemente caro, que no goza del respaldo de todo el mundo en el Imperio: la construcción de una vía férrea desde Ciudad del Cabo hasta El Cairo, uniendo las principales colonias británicas en el continente africano. Mientras Víctor Narraway empieza a utilizar sus contactos en el Parlamento y el gran mundo para indagar sobre este proyecto y los hombres que quieren llevarlo a cabo, Thomas Pitt se recluye en palacio para iniciar una investigación que no se presenta nada fácil. A él le corresponde interrogar, con la mayor discreción pero sin concesiones, a tres hombres que representan los grandes poderes fácticos del país, y ello sin comprometer a la persona del príncipe Eduardo. La única ayuda con la que cuenta es la de Gracie, su criada, que ha sido infiltrada entre el servicio por la Brigada Especial. Unas sábanas ensangrentadas con el anagrama de la reina, tres botellas de oporto llenas de sangre, una caja de libros traída por un misterioso portador a medianoche y un plato de Limoges hecho añicos serán la clave para la resolución de un caso complicado, donde todos ocultan muchas cartas. Novela de intriga y misterio, con una fascinante recreación de la monarquía y la alta sociedad inglesa de finales de la época victoriana.