Elena es una almeriense casada desde hace ocho años con un periodista alemán, con el que ha tenido dos hijos. Viven felices en la pequeña ciudad que es la Almería de principios del siglo XX, hasta que su marido, en la primavera de 1912, ha de viajar precipitadamente a su tierra natal, Múnich: acaba de morir su padre y debe hacerse cargo de la delicada situación en la que queda su madre. Elena, Ena, queda a la espera de noticias sobre su esposo, que llegarán a través de siete breves cartas en el plazo de dos años. En junio de 1914, decide salir en su busca y emprende junto con su tía Matilde un viaje por Europa, donde pretende encontrar todas las respuestas a su presente y futuro. En un periplo físico y mental en el que conocerá a personajes muy variopintos, algunos de gran relevancia, irá despertando al mundo y a su verdadero yo. Llegará hasta los confines del continente tras el rastro de su marido, atravesando numerosas ciudades, cada una de las cuales le aportará una pieza del puzle que está recomponiendo sin saberlo: el de su propia vida.