Cuando el joven James Herriot termina la carrera de veterinaria en Glasgow y acepta su primer trabajo en una pequeña localidad de Yorkshire, no sabe muy bien dónde se está metiendo. Y es que literalmente deberá meterse dentro de una vaca, desnudo de cintura para arriba, en un establo prácticamente a oscuras y a temperaturas glaciares. Esto no lo explicaban sus libros de veterinaria.
Ni tampoco que deberá ganarse uno a uno a todos los granjeros de la comarca.