Mas de lo mismo y lo digo en sentido positivo. He disfrutado tanto como con el libro anterior. Siguen las vivencias de un veterinario rural en la campiña inglesa en los años 30. Historias que tienen toda la gracia y todo el encanto del mejor humor inglés. Anécdotas que a veces son muy graciosas, a veces conmovedoras, también pueden ser angustiosas cuando hay animales enfermos y no se sabe lo que les pasa y está la incertidumbre de si van a morir o se van a curar, afortunadamente la mayoría de casos tiene final feliz. También tenemos una amplia selección de caracteres humanos, vemos las peculiaridades de los granjeros y dueños de mascotas, cada persona es un mundo. Está claro que este libro gustará mucho mas a los lectores interesados en los temas médicos y a los que sean amantes de los animales, mejor si no tienen esa visión gualdisneizada de ellos que se lleva hoy en día. Hay dos cosas que no me gustan, la primera es el excesivo número de páginas y la segunda esos títulos tan cursis y grandilocuentes, pero estos defectos hay que achacarlos a las ediciones norteamericanas que son las que sigue la española. Estos dos libros son cuatro (de los 8 que tiene la serie) en la edición británica que también tiene unos títulos distintos, mas apropiados. En el siguiente libro Herriot se nos va a la guerra y yo iré con él.
hace 5 años