Es todo tan predecible... tan típico... tan de peli de Disney... el muchacho campesino apuesto- ingenuo-pero-valiente que salva a la chica violada/guapa/poderosa/ay-que-me-enamoro pero que en la pelea pierde al padre (últimas palabras sobre el honor incluídas justo antes de morir)... la noble/guapísima/intrépida que se rebela contra el sistema y se hace pasar por chico-caballero para guerrear por ahí... el malo malísimo satanás sin corazón oh-dios-mío-cómo-te-odiamos... el traidor advenedizo, claro, no podía faltar... Se salva, eso sí, lo bien documentada que está la novela.

Tuve la oportunidad de asistir a la presentación de este libro que hizo Luís Zueco y salí realmente asombrada de la manera que explicó todo el proceso de creación de este libro. Evidentemente, no esperé a leerlo, y ya lo he hecho por fín. Tengo que reconocer que si el El escalón 33 ya me sorprendió gratamente, este libro me ha maravillado y me ha convertida en una seguidora incondicional. Se nota que el autor poco a poco, ha ido madurando en la manera de redactar esta nueva novela y que detrás de ella hay una gran labor de documentación que ha servido de hilo para tejer toda la trama hasta el desenlace arrollador. Me ha servido para tener conocimiento de una época que me era totalmente descononocida y que si hubiera tenido un desenlace distinto, igual la historia de España no hubiera sido la misma. Espero con ganas un nuevo libro, por supuesto recomiendo encarecidamente. No creo que os sintais defraudados. Para mí es un muy buen libro.

Después de disfrutar con la anterior novela de este autor no dude en leer esta. Ambas son muy diferentes, creo que Tierra sin rey es más completa y elaborada, engancha igual que la anterior.

El autor me encantó que la anterior novela, El escalón 33. Y nada más salir quise leer Tierra sin rey. Es muy diferente y yo diría que incluso mejor que la anterior. Vuelve a mezclar de forma genial la intriga y la historia, hace mucho que no leo a alguien que lo haga también. Vuelve a destacar la excelente ambientación y la gran cantidad de datos históricos que aporta la novela integrados perfectamente en el argumento. Hay muchos personajes a destacar y el ritmo es mucho más frenético que en El Escalón 33. Creo que sigue creciendo como autor y mejora todo lo que tenía de bueno.