Aunque "El Castillo" no me convenció, decidí darle otra oportunidad con esta otra de la trilogía...y me pareció peor. Aquí también lo positivo es el interés histórico, con una buena ambientación e interesante información sobre los monasterios cistercienses en la Edad Media. El resto, flojo, una novela policíaca muy forzada y nada creíble en esa época, con algunos personajes absurdos, como las dos hermanas; absurda también la actitud de todos los monjes mintiendo, absurda la venganza del hijo del abad... Fallos gordos: cuando comunican al abad que hay un lego muerto, dice: "alguien tuvo que abrir la puerta para que Octavio entrara", jeje, si no le han dicho aún quién es el muerto; más absurdos: al protagonista, tan listo, ni se le ocurre descubrir al asesino fijándose en las evidentes marcas de las manos tras los puñetazos que le da una noche y la pedrada en la nuca que recibe la segunda vez; absurdos los métodos de Bizén para librarse de sus compañeros y conseguir el puesto, hasta quemando una casa... En resumen, novela amena, de fácil lectura, pero que encaja más en la literatura juvenil de aventura que en una de corte histórico.
hace 4 años