Con Tasmania, Paolo Giordano principalmente nos cuenta la historia de una crisis. El protagonista a la vez que narrador, alter ego del autor, físico y periodista al igual que este, nos sitúa en un punto de su vida, a sus cuarenta y pocos, en el que está sufriendo una importante crisis de pareja. A su vez, el planeta sufre otra gran crisis, desencadenada por los ataques yihadistas que se perpetraron a lo largo de 2017, que pusieron a las democracias occidentales en jaque y desestabilizaron la seguridad en la que creíamos vivir. Por otro lado, el narrador y algunos de sus colegas físicos nos muestran su desasosiego por el cambio climático, el deterioro del planeta y en lo que puede desembocar todo esto –otra crisis–.
El protagonista, en este momento complicado de su trayectoria vital se encuentra escribiendo un libro sobre las bombas atómicas que se detonaron en Hiroshima y Nagasaki en la II Guerra Mundial. En la obra se desgranan estos trágicos sucesos de forma magistral, sin ningún tipo de sensacionalismo, contando con testimonios de supervivientes, con datos objetivos, con la manera que tiene el protagonista de enfrentarse al tema, a una de las mayores amenazas de la humanidad que ha existido.
Se trata por tanto de una novela que habla sobre crisis: existenciales, climáticas, personales, incluso podríamos decir que de fe, de esperanza en el futuro. No solo está en continua crisis el planeta y el protagonista, sino que la gente con la que se relaciona no está mucho mejor que él. Pero prácticamente todos ellos continúan, no desfallecen y mantienen para bien o para mal una continua huida hacia adelante, intentan buscar un plan B por si el A falla del todo.
Se trata esta de una obra profunda, que ahonda con sinceridad en los más íntimos pensamientos de las personas, los actos que derivan de estos y sus consecuencias. Denota un arduo trabajo introspectivo, una construcción de los personajes desde la sinceridad, donde no existen los clichés y donde en las relaciones personales nada se da por hecho.
No es fácil encontrar nuestro lugar en el mundo, el proceso de autoconocimiento es complicado, cuando no imposible. Las relaciones de pareja, así como las de amistad tienen aristas, recovecos donde nunca se llega del todo, y el autor lo ha sabido plasmar a la perfección. (Raquel Bernabeu Rico, 7 de febrero de 2024)
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