Sin noticias de Acuario narra la historia de una adolescente, Isabel, dentro de una secta basada en filosofías orientales. Además de la doctrina de la organización, la novela nos muestra la eclosión del movimiento hippie y las drogas alucinógenas, la lucha política de los partidos clandestinos en la Universidad y la imperante ideología franquista que impregna la sociedad española en los años 73-75. Nuestra adolescente va descubriendo que todos los que la rodean viven sumidos en un autoengaño: su católico padre cree que controla la familia; el franquismo, que lo tiene todo bien atado; los partidos políticos, que la revolución es inminente; y los seguidores del Guru, que la bomba de paz estallará muy pronto… Ilusiones que conviven más o menos cerca de la realidad, falsedades y disfraces que ella va a ir descubriendo y arrancándose en un proceso doloroso hasta conseguir su propia identidad. Aunque la autora, a través de los ojos de Isabel, no realiza un juicio de valor sobre estos años, el lector inevitablemente sí lo hará, y puede que esboce una sonrisa benévola ante la ingenuidad de todos aquellos grandes ideales que ahí quedan, como una muestra de lo que fuimos.