Melancólica, nostálgica y sentimental, como toda buena novela de memorias. Casualmente, leída a continuación de "Verano en English Creek", de Ivan Doig, de forma totalmente fortuita. Muy recomendable.
hace 1 añoA los sesenta y siete años, Trond decide dejar la ciudad de Oslo e irse a vivir a una cabaña en un bosque de la región más oriental de Noruega con la única compañía de su perro. La soledad y el estrecho contacto con la naturaleza le devolverán a un día de su adolescencia, cuando su amigo Jon apareció de improviso en su casa: «Íbamos a robar caballos. Eso fue lo que me dijo, plantado en la puerta de la cabaña en la que pasé aquel verano con mi padre. Yo tenía quince años. Fue en 1948, a principios de julio. Los alemanes habían abandonado el país tres años antes, pero no recuerdo que siguiéramos hablando de ellos». A partir de ese episodio, Trond rememorará los meses en que descubrió el mundo de los adultos y su vida cambió para siempre. Salir a robar caballos retrata con inteligencia y sutileza los primeros encuentros del protagonista con la belleza, la tragedia y la fragilidad de la existencia. Una novela inolvidable –publicada originalmente en 2003 y traducida a más de cincuenta lenguas– que se ha convertido ya en un auténtico clásico contemporáneo.
Melancólica, nostálgica y sentimental, como toda buena novela de memorias. Casualmente, leída a continuación de "Verano en English Creek", de Ivan Doig, de forma totalmente fortuita. Muy recomendable.
hace 1 añoUna hermosa novela que relata las vivencias de un adolescente en una zona rural de Noruega tras la Segunda Guerra Mundial. Está muy bien escrita. Sin duda es literatura de calidad. Un poco triste, con tendencia a la nostalgia, pero que a mí me dejó una agradable sensación final. Muy recomendable.
hace 8 añosMuy bien narrada y muy evocadora; para los que han estado en Noruega es como si volvieras a estar allí y para los que no han estado, seguro que también os gustará. Recuerdo disfrutar y relajarme mucho con su lectura.
hace 16 años