«En el año de nuestro Señor 1894 me convertí en una proscrita», reza la protagonista de este extraordinario western posapocalíptico y feminista. A sus diecisiete años, Ada está a punto de casarse y el futuro le sonríe: quiere a su prometido y le encanta trabajar como aprendiz de su madre, una respetada comadrona. Pero tras un año de matrimonio, no se queda embarazada. Las mujeres estériles son sospechosas de brujería y llevadas a la horca. Para sobrevivir, tendrá que dejarlo todo atrás e iniciar una nueva vida. Refugiada en un convento, descubre los textos de Alice Schaeffer, una comadrona que ofrece ayuda médica a quienes colaboren en sus investigaciones y decide llegar hasta ella.