El primer beso, la primera caricia, el primer desafío entre una mujer que ansía algo que nunca ha tenido, y un hombre que siempre consigue lo que quiere. Francesca Arno ha sido seleccionada entre miles de jóvenes artistas para pintar el mural que presidirá el vestíbulo del nuevo rascacielos de Ian Noble. Él ha organizado una fiesta en su honor y es allí donde ella lo ve por primera vez. La atracción que siente Francesca es tan inmediata como desconcertante. Nunca había reaccionado así ante un desconocido. Enigmático, intenso, misterioso e imponente, Ian la perturba por completo. Y a ella le encanta. Para Ian ella es el tipo de mujer por la que no puede evitar sentirse fascinado, una auténtica rareza: una chica absolutamente inocente. No obstante, también percibe que ella desea abrirse, experimentar, entregarse a las fantasías de un hombre como él. Tras su primer roce, las barreras del deseo y la pasión irán cayendo irremediablemente...