Se trata de una novela breve bastante singular. El narrador, Valdimar Haraldsson, es un islandés de cierta edad y con unas ideas peculiares sobre la relación entre el consumo de pescado y la raza nórdica. Invitado a embarcarse en un buque carguero danés y acompañarlo en su viaje, el protagonista relata el transcurso del mismo y aquellas incidencias que a él le parecen destacables. Si el lector, como en mi caso, no había leído la contraportada del libro, se lleva toda una sorpresa cuando se ve envuelto en historias mitológicas centradas en los argonautas, pues el segundo oficial del barco es Céneo, quien fuera marinero en el Argo, en el mar Egeo, junto al capitán Jasón. Y es Céneo el que cada noche, después de la cena, narra a los comensales alguna de las historias vividas en otros tiempos, principalmente cuando los argonautas desembarcaron en la isla de Lemmos.
Entre las rarezas del protagonista y las historias de Céneo el libro resulta un curioso e interesante viaje a caballo entre un fiordo noruego y la mitología griega. Me ha gustado mucho, no tanto como “El zorro ártico”, con el que descubrí al autor, pero me parece un escritor muy original en cuanto a su prosa y las temáticas que elige, y me gusta el modo en que realidad y fantasía se mezclan en sus libros. Lo recomiendo.