Obra inclasificable. Se mueve entre la poesía en prosa, el ensayo filosófico y el diario personal, no un diario de hechos y sucesos del día si no de sensaciones y reflexiones. Y en el centro de todo el niño que muere, el dolor insufrible por el hijo perdido. No es lectura recomendable para el lector medio por su densidad, es mas apropiada para el que tenga el paladar entrenado para degustar exquisiteces. A mí me ha gustado bastante, la obra alcanza altas cotas de belleza, dolor y placer intelectual, hay cantidad de frases geniales. El problema que tengo es que el libro es mas que nada poesía y yo nunca he conseguido disfrutarla del todo, (aunque parece que con la edad la voy asimilando mejor), creo que el motivo es porque no lo comprendo todo y esto me causa frustración. Aquí, como es poesía es prosa, lo he entendido casi todo, aunque el sentido de algunas frases se me ha escapado. Espero que siga mejorando mi relación con la poesía.
hace 6 años