Es una historia para sentir y emocionarse, que narra las vivencias de "Zezé", un niño precoz de apenas 5 años, travieso, pero muy sensible, obligado por las circunstancia de su família y por otros sucesos que le rodean, a convertirse en adulto, aprender lo que es la amistad, el cariño, y a valorar lo que le da la vida. Basada en la propia vida del autor, pienso que no es tan cuestionable el personaje de Zezé, pues aún a pesar de contar con tan solo 5 años y los diálogos que mantiene con los vecinos o con su amigo "Minginho", su planta de naranja-lima, el "alma" de un niño nunca deja de ser sorprendente. Me ha dejado una sensación de tristeza, pero a la vez es muy tierna la historia.
hace 12 años