Es una novela muy amena con base histórica, lo que la hace suficientemente interesante para conocer mejor la Cataluña, y sobre todo Barcelona, del siglo XI, aunque la principal familia protagonista sea ficticia. Cae en el manido recurso de querer atrapar al lector mediante la dualidad de los buenos buenísimos y los malos malísimos, como comenta Bunburys. Un maniqueísmo que parece inevitable en la novela histórica medieval desde que "Los Pilares de la Tierra" lo puso de moda. No le veo ningún sentido a eliminar al protagonista hacia el final de la obra, no aporta nada. De cualquier modo, sin ser buena literatura, es una novela entretenida y recomendable.
hace 1 año