Primera entrega de una saga juvenil bastante interesante. Envuelta en una estructura bastante "estándar" para el género (protagonista niña con muchas cualidades, mundo y trama que gira en torno a ella...) nos encontramos pinceladas de temas que no es común ver en este tipo de libros, como críticas/debates sobre religión, moral, mundos paralelos y otras cuestiones bastante poco infantiles.
Su mundo es un punto muy positivo, ya que a pesar de sucederse en un escenario prácticamente igual que el nuestro, se incluyen muchos pequeños elementos dispares, aparte de muchos otros de fantasía. Es muy entretenido ir conociendo estas diferencias. La trama avanza rápido y de forma ágil, aunque no he terminado de conectar del todo con la forma de narrar de Pullman en las escenas en las que hay un mínimo de acción y movimiento. Es lo que más me ha chirriado del libro.
Los personajes no son demasiado profundos, como cabría esperar, pero al menos sí que tienen un carisma especial y distintivo en su mayoría, lo cual es de agradecer. Obviamente Lyra destaca sobre los demás, y es muy curioso notar cómo se ven las cosas desde el prisma de una cría.
Por último, quiero mencionar negativamente el empeño de la traductora española en usar una expresión tan arcaica y fuera de uso como "así que" para multitud de frases donde encajarían otras como "en cuanto" o "en el momento que". Es solo un apunte, ya que esto es algo no tiene nada que ver con la obra original y no afecta a mi valoración sobre ella.