Cuando el joven sacerdote don Julián se presenta en la hacienda de los Pazos de Ulloa, en la Galicia rural, para ejercer de administrador, el mundo con el que se halla está lejos de cualquier grandeza y, en cuanto a los mecanismos y pasiones que en él rigen, próximo a un primitivismo medieval. El atraso y la decadencia, las ambiciones y el aislamiento, el instinto frente a la sociedad, la inanidad de la nobleza frente a la férrea determinación del aldeano son los ejes en torno a los cuales gira la acción de una novela que provocó un gran escándalo a su publicación, en 1886, debido a su adscripción al naturalismo, la crudeza de las situaciones que narra y sus descripciones.