Aunque ustedes no se lo crean, este libro, que ha recopilado una parte de las viñetas que publico a diario en El País, no solo pretende agradecer a los lectores su benevolencia, a los redactores del periódico su apoyo y colaboración, sino que quiere, ante todo y sobre todo, mostrarle mi más profunda gratitud a los políticos que sin darle la menor importancia al asunto, trabajan desinteresadamente para surtirme de material a diario… Los ciudadanos que ejercen su derecho al voto cambian los principales personajes de mis historietas cada ocho años aproximadamente. Esto, que podría parecer una desgracia para un dibujante que hace de la caricatura su principal herramienta de trabajo, es un regalo de la Divina Providencia porque la realidad es terca, lo cotidiano es plano y el Boletín Oficial del Estado es muy aburrido. Sin la entrega de los políticos a la causa, sin sus hazañas, fracasos, tropiezos, vacilaciones, frases hechas, contradicciones, ocultaciones, mentirijillas, tópicos y disimuladas ambiciones no habría sido posible crear las viñetas ni elaborar el libro que ahora tienen en sus manos.