Es el tercer libro de la saga y no decae para nada. Al Departamento Q llega una botella con un mensaje parcialmente visible, escrito con sangre. Carl Morc, Assad y Rose empiezan a buscar pistas mientras, paralelamente, el autor nos relata quién es el asesino, su historia, modus operandis y contexto actual. El caso es el rapto de niños/adolescentes que provienen de familias que participan de sectas religiosas. Muy entretenido, jamás aburre.
hace 1 año