Resumen

Miguel Alonso se gana la vida como delineante en el Madrid de finales de los cincuenta. Sobrevive en una habitación realquilada -en una casa que enseguida nos recuerda la de El pisito- y sobrelleva como puede la precariedad y sordidez de su modesta vida. Hasta que Antonio, el hijo tarambana de su jefe, lo arrastra a veranear a Ibiza, donde le han hablado de lo fácil que es ligar con europeas. Tras los primeros escarceos desesperados y un poco cafres con una chicas valencianas que se encuentran a su llegada, los dos amigos van conociendo poco a poco la particular fauna de juerguistas y falsos aristócratas que, con ganas de pasárselo bien, bullen por la isla. Y mientras Antonio enlaza fiestas y salidas nocturnas en una felliniana dolce vita, Miguel, más escéptico, prefiere mantenerse al margen. Hasta que para su sorpresa logra que Odette, una francesa encantadora, ceda a sus deseos. Con ella vivirá una agridulce historia de amor que acabará metiéndole en las complicaciones indeseadas que él quería evitar. Comedia coral, retrato de una época y un país de costumbres irrespirables, Los europeos es también una elocuente constatación de que la risa y la ironía, la resistencia vital son posibles aun en condiciones tan desfavorables. Una novela en la que Azcona se nos descubre como un extraordinario narrador, maestro de los diálogos e incomparable creador de personajes, que son lo que hacen tanto como lo que dicen. Aunque publicada por primera vez a finales de los cincuenta, con falso pie de imprenta por problemas de censura, Los europeos, completamente reescrita y reelaborada, nos devuelve la hilaridad y a la vez la profunda desolación de las mejores y más corrosivas historias de Rafael Azcona.