Resumen

Hoy en día no hace falta comerte nada para conseguir un cromo. Tampoco es necesario usar ningún tipo de cola para adherirlos al álbum: ¿recordáis las mezclas. Incluso actualmente, por no existir, ni siquiera existen álbumes tradicionales: los cromos se llaman cards, vienen impresos con información por ambas caras y se guardan en carpetas con funditas de plástico. Y más moderno todavía: las colecciones se hacen por Internet, consigues los cromos virtuales y los cambias con otros coleccionistas, también virtuales. En fin, olvidémonos de tanta virtualidad y dejaos llevar en este paseo por el recuerdo no sólo visual, sino también gustativo: ¿quién no recuerda el sabor de un Tigretón, el del Frigodedo, el de un Sugus de piña o el de los Peta Zetas, que te estallaban en la lengua produciendo un picorcillo agradable en el paladar? La abeja Maya, Nuestro mundo, El porqué de las cosas, Mazinger- Z, El fabuloso mundo de los pájaros, Historia de los mundiales de fútbol, Festival del dibujo animado, Tele- Stars y montones de colecciones más que devoramos cuando éramos más niños.