A Gaby ya no le divierte su profesión. Ni su matrimonio. Ni sus amigas. Ni, mucho menos, la fidelidad. Pero se esfuerza en creer que no es así. A Leo, su marido, tampoco le llena la vida familiar, pero sí le gusta la imagen de triunfador que se ha labrado a base de traiciones. Su red de mentiras y autoengaños parece funcionar hasta que Gaby decide que ya no es suficiente y Leo comete un terrible error. Así, mientras ella busca en chats encuentros sexuales con desconocidos, él intentará que sus actos no salgan a la luz... al precio que sea.