Un libro simplón, ralo que tiende a lo nostálgico sin, a mi parecer, concretarlo. Esperaba más. Poco recomendable.
hace 1 mes«Hoy ha muerto una anciana a la que yo quería. A menudo pensaba: ”Le debo tanto.“ O: ”Sin ella, probablemente ya no estaría aquí.“ Pensaba: ”Es tan importante para mí.“ Importar, deber. ¿Es así como se mide la gratitud? En realidad, ¿fui suficientemente agradecida? ¿Le mostré mi agradecimiento como se merecía? ¿Estuve a su lado cuando me necesitó, le hice compañía, fui constante?», reflexiona Marie, una de las narradoras de este libro. Su voz se alterna con la de Jérôme, que trabaja en un geriátrico y nos cuenta: «Soy logopeda. Trabajo con las palabras y con el silencio. Con lo que no se dice. Trabajo con la vergüenza, con los secretos, con los remordimientos. Trabajo con la ausencia, con los recuerdos que ya no están y con los que resurgen tras un nombre, una imagen, un perfume. Trabajo con el dolor de ayer y con el de hoy. Con las confidencias. Y con el miedo a morir. Forma parte de mi oficio.»
A ambos personajes –Marie y Jérôme– los une su relación con Michka Seld, una anciana cuyos últimos meses de vida nos relatan estas dos voces cruzadas. Marie es su vecina: cuando era niña y su madre se ausentaba, Michka cuidaba de ella. Jérôme es el logopeda que intenta que la anciana, que acaba de ser ingresada en un geriátrico, recupere aunque sea parcialmente el habla, que va perdiendo por culpa de una afasia. Y ambos personajes se involucrarán en el último deseo de Michka: encontrar al matrimonio que, durante los años de la ocupación alemana, la salvó de morir en un campo de exterminio acogiéndola y ocultándola en su casa. Nunca les dio las gracias y ahora querría mostrarles su gratitud...
Un libro simplón, ralo que tiende a lo nostálgico sin, a mi parecer, concretarlo. Esperaba más. Poco recomendable.
hace 1 mesMe recomendaron esta novela, y fue la primera que leí de esta escritora. Debo reconocer que tal vez tenía una expectativa que hizo que me desilusionara un poco su lectura. No me pareció algo sorprendente, y me quedé con un sabor semi amargo. Hace poco insistí con la escritora y disfruté de Las Lealtades, que me pareció mucho más profunda y jugada.
hace 6 mesesDelphine Vigan es una de mis escritoras para recomendar. Leí 'Nada se opone a la noche', autobiográfica, describiendo una relación familiar durísima. 'Las gratitudes', sin embargo, resulta una novela conmovedora, en la que se describe, con las voces del logopeda y la joven a la que le dió todo el amor que no recibia de una madre ausente, el final de vida de una anciana, consciente de su progresivo deterioro. Entre los dos le ayudarán también a cerrar un capítulo de su infancia, antes de morir. Lectura muy agradable, engancha y se lee rápido
hace 9 mesesBuen libro, muy tierno, pero con una temática que no me apasiona
hace 1 añoCómo todo lo de Delphine de Vigan me ha gustado mucho.
hace 1 añoLo adoré de principio a fin.
hace 1 añoBuena novela. Es muy concisa y emotiva. Una forma bella y desgarradora de narrar el deterioro físico y mental, la vejez y, al mismo tiempo, nuestra visión de ella cuando aún estamos fuera. La recomiendo, como todo lo de esta escritora.
hace 2 añosEsta novela es dura, triste, dulce y bonita. Michka es una anciana soltera que ya no puede vivir sola. De joven cuidó a una pequeña vecina cuando su madre no estaba; ahora Marie ha crecido y es el principal apoyo de Michcka. El progresivo deterioro de Michka la obliga a ingresar en una residencia y allí conoce a Jerôme el logopeda. Marie y Jerôme quieren sinceramente a la anciana y cuando muera sentirán muchísimo su pérdida. La escritora con sencillez y veracidad presenta la soledad, el miedo, la vejez, el cariño, la amistad y la gratitud de una forma delicada pero auténtica.
hace 3 años