Con un estilo formal y estilístico inspirado en la narrativa sudamericana contemporánea (Bolaños, Vargas Llosa, García Márquez), y ambientado en una ciudad sin identificar de un país hispanohablante, “Las alegres” comienza con una sucesión de historias en pasajes breves. Episodios de abusos, intentos de agresión –consumaciones en muchos casos- y demás altercados contra la libertad de mujeres y niñas en ese lugar del mundo se van sucediendo de forma entrelazada. En la segunda parte del libro, esas víctimas deciden pasar a la acción y reacción bajo un grupo activista con el nombre que da título a la novela. Pese a lograr sobradamente el objetivo de estar a la altura formal y estilística de la narrativa de los autores antes mencionados, la profusión de protagonistas, escasez de indicaciones sobre lugares y escenarios, y las elevadas pretensiones de la obra, hacen de “Las alegres” una novela elitista para el lector que se dirige y de muy difícil lectura. www.antoniocanogomez.wordpress.com
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