Es un axioma del ajedrez que solo se pierde cuando el rey queda ahogado, cuando ya no tiene otra cosa que hacer, pero hay partidas que se alargan tanto como una vida. Y a ella se aferran dos hombres: el sargento de los Mossos d'Esquadra Xavi Masip y el inspector jubilado del Cuerpo Nacional de Policía, Alejandro Arralongo, que sigue obsesionado en dar a caza a un asesino que actúa cada diez años y solo deja a su paso un rastro de cadáveres y muchas preguntas sin respuesta. Hay casos en que un policía hace de ellos algo personal, y para el inspector Arralongo, esta es mucho más que una simple investigación sin resolver. Intentar atrapar a este asesino significa afrontar sus propios demonios, sabiendo que estos pueden destruirle.