En el valle de Susa, en los Alpes italianos, hace años que el pueblo se opone a la perforación de las montañas para el paso de una línea de tren. El motivo: la montaña está llena de amianto y sustancias radiactivas que envenenarían la zona y a sus habitantes. El escritor Erri De Luca hace también años que se posicionó en contra del proyecto. Acusado de incitación a la violencia por las declaraciones publicadas en un periódico en el año 2013, en este "librito" plasma sus argumentos a favor del derecho que tiene a dar su opinión libremente. El autor nos pone en antecedentes sobre la situación en el valle, los orígenes de su vocación anarquista en la infancia y en pro del “derecho a la palabra de los demás”, y sobre el estado del proceso judicial en su contra. Con la maestría que es habitual en su prosa, De Luca redacta un texto claro, contundente y soberbio, en el que no falta ingenio e ironía, que recuerda al “Yo acuso” de Émile Zola, en defensa de aquello que cree que es verdad. Tras leer este escrito, al lector no le queda duda de que Erri De Luca ha sido elegido como chivo expiatorio en un conflicto en que partidismo, corrupción e intereses poco transparentes parecen estar presentes. Pero con sus palabras consigue el efecto contrario al que probablemente se pretendía al acusarlo, pues da a conocer aún más el tema, incluso allende de las fronteras de su país, y sin duda multiplica el apoyo que recibe tanto él como su causa. Estamos no solo ante una brillante declaración de principios, sino sobre todo, ante un alegato a favor del derecho, y deber, a “la palabra contraria”. Excelente. (Esther Rodríguez, 2 de marzo de 2015)
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