A principios del siglo XX, en un barrio de clase trabajadora de Brooklyn, una joven enviuda tras el suicidio de su marido al quedar éste en paro. Con la ayuda de una congregación de religiosas, la mujer logra sacar adelante a su hija trabajando en la lavandería del convento. A través de diversas situaciones que muestran la vida de las dos protagonistas durante las décadas siguientes, Macdermott narra una serie de situaciones con un elemento común: la necesidad de liberarse del sentimiento de culpa. Junto a ello, una visión de la religión en la que se contrapone el miedo a un dios represor y castigador, con el reconocimiento a la labor desinteresada de muchas congregaciones que ayudan sin mirar a quien. Como corolario, el retrato de las clases medias en la Norteamérica más avanzada de comienzos del siglo pasado. Totalmente alejada de tramas que busquen captar la atención del lector por su argumento, el mérito de “La novena hora” es hacer que se desprenda de sus páginas la esencia de una época y una sociedad y el sino de los perdedores. Pese a no ser de aconsejable lectura en un momento de bajada de ánimo debido a la melancolía que transmite, la novela de McDermott vuelve a estar a la altura del selecto criterio de Libros del Asteroide. www.antoniocanogomez.wordpress.com
hace 1 año